No solo hay que tener en cuenta las actualizaciones del hardware, sino también las del software.
"Normalmente, actualizamos el software de nuestras pantallas multifunción tres veces al año", afirma Laurie. "Los radares, por lo general con menos frecuencia, cada uno o dos años".
"Llevamos a cabo actualizaciones cuando se dan determinadas circunstancias, como errores informáticos, o cuando nos informan de que hay problemas de rendimiento. En esos casos, nuestra prioridad para solucionarlos es absoluta".
"Asimismo, a veces tomamos la decisión de actualizar el software o las distintas funciones para que sean compatibles con otros equipos y modelos".
"Los radares suelen actualizarse a través de las pantallas multifunción, mediante una tarjeta micro SD utilizada para descargar la actualización de Internet". En caso de que dispongas de una red de pantallas multifunción en la embarcación con conexión a Internet, también puedes descargar las actualizaciones ahí directamente y luego aplicárselas al radar".
A pesar de que las actualizaciones constituyen un proceso sencillo en la mayoría de los casos, a Craig le gusta hacer hincapié en cuestiones que a veces se pasan por alto.
"Para aprovechar al máximo un radar, el sensor de rumbo tiene que ser de muy buena calidad. Sobre todo, si se utilizan funciones más avanzadas, como Velocity Track o la superposición de cartas", afirma. "Por eso mismo, para sacarle todo el partido a una actualización resulta de vital importancia contar con un compás adecuado en la NMEA 2000. Así, no solo mejorará el radar, sino que el piloto automático y las lecturas sobre la dirección y la velocidad real del viento, así como muchas otras funciones, funcionarán mucho mejor gracias a un rumbo más preciso".